La educación: un trabajo en equipo

La educación: un trabajo en equipo


¡Bienvenidos a la segunda entrega de nuestro boletín pedagógico, “Gutenberg Explora!

El Día del Maestro siempre marca una fecha especial. Es cierto que este día se centra en honrar y agradecer a los profes que dedican sus vidas a la educación. Sin embargo, es importante recordar que todos nosotros, como padres, también desempeñamos el papel de maestros en el día a día. Quizás para muchos, fue especialmente la pandemia que les ha recordado de la importancia de este rol.

En esta entrega, enfocamos el papel de los padres en la educación, y destacamos la importancia de una buena colaboración entre la institución educativa y los padres. Los invitamos a explorar cómo esta unión puede enriquecer el desarrollo integral de nuestros alumnos.

Colegio Gutenberg Campo 9
Norman Falk, editor.


 


 


¿Cómo puedo motivar a mi hijo/a en sus estudios?

El inicio de un nuevo ciclo escolar presenta diversos retos para las familias. Desde establecer rutinas, responsabilidad, organización, diálogo, cooperación y comprensión, hasta la motivación por los estudios.

A veces, mantener el interés de tu hijo/a por el aprendizaje puede ser difícil, y más aún lograr que se convierta en un hábito el tiempo de estudio. A continuación, te presento algunas ideas que podrían ayudarte:

  1. Crear un ambiente propicio: Es fundamental diseñar un espacio de estudio en el hogar que esté libre de distracciones, como la televisión, el celular o personas alrededor. El lugar debe estar organizado, limpio y bien iluminado, con todos los materiales necesarios a mano.
  2. Establecer reglas claras: Define normas coherentes para que tu hijo/a comprenda qué se espera de él/ella. Esto le ayudará a desarrollar autocontrol y tolerancia a la frustración. Que comprenda que todo acto conlleva una consecuencia. La consistencia en la aplicación de estas reglas es clave para convertirlas en hábitos.
  3. Implementar una rutina de estudio: Una rutina regular proporciona la estructura necesaria para el éxito académico. Acuerda un horario específico para hacer tareas y estudiar, así como para el descanso, deportes y tiempo libre. Intenta adherirte a esta rutina tanto como sea posible. De vez en cuando salir de esta estructura no es dañino.
  4. Incluir pausas activas: Las pausas durante el estudio son saludables, ya que ayudan a oxigenar la mente y mejorar la concentración. Puedes aplicar pausas cortas cada 20 minutos, con actividades como; levantarse para estirarse o tomar agua o comer algo.
  5. Utilizar recompensas adecuadas: Motiva a tu hijo/a con recompensas ocasionales, pero asegúrate de que sean apropiadas y no se conviertan en el único motivo para estudiar. Estas pueden ser tiempo para jugar, actividades especiales, o pequeños premios.
  6. Acompañar de cerca: Muchas veces nos es fácil acompañar cuando nuestros hijos son pequeños, preguntamos, revisamos, ayudamos y olvidamos la importancia que tiene el seguir haciéndolo a medida que crecen.
  7. Supervisar el uso de la tecnología: La exposición excesiva a dispositivos electrónicos puede afectar negativamente la atención y otras funciones cognitivas. En lugar de depender exclusivamente de las pantallas, genera espacios donde tu hijo/a pueda desarrollar destrezas, talentos y relaciones interpersonales. Esto les permitirá crecer de manera integral y equilibrada, sin depender de las pantallas.
  8. Aplicar un enfoque positivo, no tanto punitivo: Enfócate en lo que tu hijo/a está haciendo bien y anímale a seguir adelante. Evita centrarte demasiado en los castigos, ya que esto puede crear una asociación negativa con el estudio.

Recuerda, cada niño es único y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Mantén una comunicación abierta con tu hijo/a y sé flexible, ajustando las estrategias según sea necesario.

Lic. María Florencia Ekart Duarte, Psicopedagoga del Colegio



“Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino.” – Charles Reade